Las crisis familiares causan graves efectos personales y económicos. Por eso es imprescindible un asesoramiento fiable que ofrezca seguridad y tranquilidad para el futuro, desde el principio de la relación -valorando el régimen económico matrimonial más favorable- hasta su desenlace con la regulación de la separación o divorcio y la liquidación del patrimonio familiar.

Otras crisis familiares son las que se originan cuando se produce un fallecimiento. Conviene tratar de evitarlas planificando la futura herencia y, tras la defunción, abordando la partición con sentido común, dominio del Derecho aplicable y especial atención a los aspectos fiscales, para que el proceso de reparto de los bienes no se eternice ni sea muy costoso.

La planificación y la partición de la herencia frecuentemente ponen de manifiesto los defectos de documentación de los bienes inmuebles que la integran. Fincas que no tienen escritura, o que no están inscritas en el Registro de la Propiedad, o que lo están a nombre de un antepasado o de otro propietario anterior, o que miden más o menos de lo registrado, o cuya segregación no puede inscribirse. Si no se solucionan ahora esos problemas, habrá que hacerlo con más urgencia en el futuro, o quedarán para quienes vengan detrás.

Nuestra experiencia nos permite acompañarle y ayudarle en todos los aspectos jurídicos, económicos y fiscales de las relaciones familiares, la herencia y la inscripción en el Registro de la Propiedad. Con previsión, capacidad negociadora y firmeza en el momento oportuno; primando la estabilidad, la rapidez, el ahorro y la tranquilidad de nuestros clientes.